Festa Junina
Mediados de junio, solsticio de invierno, una gran fogata alumbrándolo todo, el olor del quentão (vino Caliente) deambulando por doquier, la gente danzando al ritmo del xote y el forro , que surge mágicamente de un triangulo, un violín, un tambor, un bajo y una flauta dulce. Una imagen de ensueños escondida atrás de la facultad de biología en le UFSC (Universidade Federal de Santa Catarina), una fiesta pagana, un tributo a los santos, São João , São Antônio y São Pedro sonriendo al ver tremendo espectáculo. Un momento, una noche, la noche más larga del año, una fiesta llena de historia, venida desde Europa, traída por los portugueses, reinventada cada junio. Tan pagana como en sus inicios y aunque cooptada por la iglesia, su esencia sigue hablándole al tiempo cambiante, a la tierra en movimiento que propicia nuevas cosechas y continuos reinicios. Una tradición híbrida alimentada de mesclas propias del espíritu brasilero, tan afro como europeo e indígena y enriquecida por detalli