Floripa en bicicleta
Dentro de cada ciudad hay muchísimas ciudades, cada persona la vive, conoce, siente y sueña de maneras diferentes y ella se va recreando al ritmo de los lugares que visitamos, de los restaurantes en los que comemos, de los caminos que andamos, de las rutas y calles que usamos, de los bares donde bailamos y de las personas con quienes nos encontramos. Pero cada vez que desviamos el camino, que cambianos la ruta, que entramos a un restaurante, un bar, un café nuevo, que nos equivocamos de bus y que conocemos personas diferentes, abrimos la puerta de otras ciudades, vecinas de la nuestra, ciudades que tal vez otros viven, que otros conocen, que otros hacen y rehacen. Cuando elegimos en realidad nos elegimos , así cuando decidimos caminar por un lugar y no por otro, entrar a un lugar y no a otro y acompañarnos de ciertas personas y no de otras, estamos decidiendo la ciudad que queremos y de cierta forma, quienes somos en ella. ¿Cuantas veces ha encontrado una