Quando tudo da errado, mas de algum jeito da certo!


Comencé a dar clases de español desde hace unos 20 días en una escuela de idiomas, en el centro de Floripa, exactamente a 5,9 kilómetros desde mi casa. Conseguí el trabajo casi por casualidad, una de esas cosas que llegan justo cuando uno lo necesita, sin buscarla, sin esperarla y casi sin creerlo. Es una escuela personalizada, así que le doy clase a una persona a la vez. Tengo entre 5 y 6 alumnos por semana. Todos en primer nivel y con razones variadas para aprender. Antes dí clases de español a compañeros de la maestría, me pagaron revisando mis trabajos en portugués y con intercambios de música, películas, libros y buenísima energía. Pero ahora soy “formalmente” toda una profesora de español, preparo clases, calculo el ritmo y las particularidades de cada uno de mis alumnos, camino para la universidad escaneando mi cabeza, buscando música, poemas, cuentos, pensado que puedo usar para trabajar los pronombres, los posesivos, los verbos.

Claro, yo sé español, lo hablo, lo conozco, lo escribo, lo siento, lo vivo. Pero enseñarlo es otro rollo, porque vaya usted que habla tan bonito el español y explique que se usa MUY antes de adjetivos, participios que actúan como adjetivos, y antes de sustantivos adjetivados; y que se usa MUCHO para modificar el verbo, como adverbio, y que hay excepciones como Mucho mejor, mucho peor, mucho menor, mucho menos, mucho más, mucho antes y mucho después. ¡Só What!!!! Aunque eso si, yo sé sin sombra de dudas que se dice Muy difícil, y Mucha paciencia y no mucho rápido ni Mucho complicado ole!!

Así que le dedico un tiempo considerable a preparar mis clases, a aprehender un poco de español y a inventarme formas divertidas de compartir ese enredo. Entonces, esta personita aquí que se cree muy (¿o mucho?) profesora de español tiene que ir hasta el centro y volver casi todas las tardes para dar clases y regresa de noche a la casa, recorriendo 12 kilómetros par ir y volver. Es cerquita, pero el transporte en Floripa es terrible, caro y muy malo. Cada trayecto sale por 3 reales (3000 pesos), pero lo peor no es el dinero, sino tener que sufrir uno a uno los metros que separan mi casa del centro dentro de un bus lleno de gente, un bus que se demora horas en pasar y viendo cómo mi tiempo, mi paciencia y mi ánimo se va desquebrajando en tan solo 6 kilómetros.

Pero como le ley dice que si no le gusta, entonces mejor se reinventa, pues yo decidí cambiar. Me senté largas horas el fin de semana, preparé las clases y planee ir en bicicleta. Pero justo estos días mi bike, La Guerrera, se pinchó y de paso no tengo luces para andar de noche. Entonces decidí volver corriendo desde la escuela. ¡Si,  corriendo!. Al final son apenas 6 kilómetros. El problema es organizarse para no cargar nada, para correr cómodo, así que cambié mis faldas de verano por shorts de corrida, mi maleta por una riñonera y llevé mi material en una bolsa, con el plan de dejarlo todo en la escuela y devolverme cargando apenas lo estrictamente necesario. Sólo de cranearme el plan, ya me emocioné. Y así fue, me fui en bus, dí mis clases, y salí casi a las 9 de la noche lista para correr las calles, con buena música en el mp3 y una súper expectativa. Me gasté un poco menos de 40 minutos. Nada como ser parte del paisaje, como ver la vida sin vidrios de por medio y llegar a casa con las piernas cansadas y el espíritu alegre. PERFECTO.

De ahí en adelante decidí que nunca más iba a volver en bus a menos que fuera estrictamente necesario y que debía inventarme una manera de ir sin tener que usar el efectivísimo sistema de transporte público de la isla. Hoy volví decidida a casa, hice un lindo aviso y me paré en la calle esperando que uno de los tantos conductores que manejan sus carros con sus asientos vacíos, rumbo al centro, quisiera llevarme, al final el bus está repleto, es carísimo, y para en cada esquina, pero hay miles de asientos vacíos en cientos de carros que recorren el mismo camino que yo debo hacer para llegar a la escuela. Un alma caritativa con la mejor de las actitudes se burló de mi cartelito, me recogió y me llevó hasta el frente de la escuela en tan solo 12 minutos. MARAVILLOSO, ya había ganado mi día.


Pero cuando usted cree que todo salio bien las cosas empeoran. Mi embolatada (aunque fantástica) roomie, que ademas es mi compañera de trabajo “surtou” y decidió llevar TODO el material (que fríamente había preparado para salir triunfante de mis clases) de regreso a la casa, justo antes que yo llegara a la escuela (no me pregunten por qué, ni ella ni yo lo entendemos). Y de paso hoy le daba clases a mi alumno más avanzado, aquel que se sabe toda la (maldita) lección, que sabe más gramática que la Real Academia de la Lengua y que no logro “conquistar” ni con el más avanzado de mi repertorio literario-cinemato-poetico-musical. PUTZ!!!!

Como si fuera poco, el adelantado sujeto en cuestión, había decidido avanzar sólo en casa, con las 2 unidades siguientes del libro, y quería saber cosas altamente complicadas como cuáles eran los adjetivos invariables de género, los acentos diacríticos y de los hiatos. Mejor dicho estaba completamente jodida. Y de paso, ¡eran dos horas de clase! Muerte lenta.

Y sí, morí lentamente. Pobre mi alumno, él no tenía la culpa de mis planes corredores y mi decisión de no cargar el material de la casa para la escuela y de regreso, ni de la locura momentánea de mi compañera de casa que me dejó “en la calle”, ni de que en la escuela donde trabajo hayan decidido contratar una “nativa” que tiene que aprehender español para poder enseñarlo.

Mas Quando tudo da errado, de algum jeito da certo! Y bueno no pude más que reírme compulsivamente de toda la situación. Pues a pesar de todo ya me había ganado el día, y aún me queda esa sensación de pequeña felicidad por la carona y una sonrisa enorme por correr metro a metro los 6 kilómetros que me regresan a casa. Es que esas pequeñas felicidades de la vida son como buenos chocolates rellenos, uno se los come y la sensación queda por un tiempo largo, aún después de devorado se sigue sintiendo esa sensación dulce en la boca. Y si, a pesar de que tudo deu errado, aún siento que de alguma forma deu certo...y aún tengo esa sensación dulce en la boca!!!!

Comentários

  1. Aunque no lo creas, hize la misma cara leyendo tu texto que cuando me dijiste: "ve voy a devolver corriendo, es que hoy no he corriendo" :O rsrsrsrsrsrsr... Abrazos ita!!

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  2. Jajaja...si conozco exactamente esa cara!!! jejeje UN besito Juliancho.

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  3. Saudades imensas de você, Laura!
    Por sorte existe seu blog para que eu possa receber um pouco de você, da sua leveza e forma rica de lidar com o mundo.
    Abração!

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    1. Oi Thays que saudades de vc também!! Obrigada por vir até estas "montanhas para aprehender" e deixar tuas palavras e tua boa energia. Beijão e tudo de bom para ti...volte sempre!!!

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  4. Airton/S Paulo12:10 AM

    oi Laura!!! saudades,ainda estas em Floripa?

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