Señales
Luces brillando en lo
oscuro, la favela que al fondo despierta, nubes bajas jugando con las
piedras altas que decoran Rio y se difuminan allá en el horizonte.
Sexto piso, balcón colgando, una figura femenina que respira
pausadamente entre sollozos. Camino cerrado, sin salida. Ojos que no
reconocen más la luz, sentidos que ya no sienten, que ya no
entienden. Una demanda, un clamor, una súplica, un pedido, una
señal. Imposible ver en medio de la tormenta. Una invocación casi
ritual, la necesidad intensa de una marca, de una huella, de un
indicio. La creencia que de alguna forma todo tiene un sentido, sigue
un camino, tiene un fin, un destino.
Atrás entre montañas el
cielo abre, el sol brilla, las nubes se disipan, amanece sobre Rio.
La vida se orienta, la rutina se alienta. El tren, el metro, el bus,
los túneles, puentes, vías, autopistas, salidas. La agitada ciudad
con espíritu de pequeño pueblo se despierta, sin dar mayores
señales, sin arrojar una huella, sin dejar marcas sobre el camino.
Salir a caminar en medio
del tumulto, de la agitación, del cansancio, del desespero, del sin
sentido. Calles, carros, camiones, vidas, villas, crianças. Mensajes
que van, mensajes que vienen. Sonrisas inesperadas que surgen de
posibles encuentros hace tiempos prometidos. Recuerdos viejos,
encuentros nuevos, una ciudad desconocida cargada de pequeñas
sorpresas cotidianas, históricas, añejadas. Perder el impulso,
cansarse, pensar que no hay como pedir lo impedible, que nada habla,
que nada dice, que las cosas son como vienen y no hay explicaciones,
no hay un destino, no hay por qués y de eso se trata.
Y por casualidad, por voluntad y tal vez por destino un delicioso encuentro, una alta frecuencia vibratoria, un momento de deleite, de tranquilidad, de belleza, de ternura, de luz ¿una señal? ¿un mensaje? ¿una respuesta? Cerrar los ojos, dejar que las cosas pasen, rezar para que la “macumba” funcione, que el tiempo no alcance, que el mundo conspire... cruzar los dedos.
sea por casualidad o por conspiración: hacer una apuesta! desear, pedir SÍ lo impedible; movimentarse y cruzar los dedos... entonces esperar que venga!
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