Enmendarse
Lo bueno de encontrar lo
que no se quiere es aprender a diferenciar, a agudizar el ojo. Hace parte de mejorar las habilidades del cazador, hace parte del proceso
de encontrar justamente lo que uno quiere. Es como cuando se pierde
el camino. Justo cuando uno lo pierde se da cuenta que él existía y
que tenía un sentido. Entonces perderlo hace parte de tenerlo,
entenderlo y reencontrarlo.
Lidiar con lo que no es,
con lo que no gusta, con lo que está lleno de conflictos y
contradicciones, es lidiar justamente con el lado oscuro de uno
mismo. Y hace parte del proceso de entenderse, de conocerse, de
saberse. Y es que no se llegó al mundo sabiendo exactamente quién
uno es, qué lo daña o arregla y qué cosas a uno le gustan o no.
La vida es un extraño y
encantador tiempo para conocerse, descubrirse y aprender a lidiar con
uno mismo. Y mientras se transita ese camino aparecen otros y otras
(personas, animales, historias, libros, músicas, paisajes,
películas, vidas, silencios y ruidos) que nos reflejan, que nos
dejan ver, que nos iluminan o nos oscurecen, que nos acompañan y nos
enseñan a reconocernos, a vernos, a sabernos. A veces nos ayudan por
que son exactamente lo que queremos o lo que somos, otras veces
porque son exactamente lo que no queremos, lo que no somos.
Y lo que somos, lo que queremos, lo que fuimos, al final no es más que un conjunto de decisiones. Decidimos, escogemos, y en cada escolha marcamos, norteamos nuestra vida, nuestros gustos, las cosas que queremos, las que amamos y las que odiamos. Decidimos lo que nos libera y lo que nos ata, escogemos a cada momento lo que queremos y lo que no, y entonces a cada momento nos rehacemos, nos reinventamos, nos escogemos.
Y lo que somos, lo que queremos, lo que fuimos, al final no es más que un conjunto de decisiones. Decidimos, escogemos, y en cada escolha marcamos, norteamos nuestra vida, nuestros gustos, las cosas que queremos, las que amamos y las que odiamos. Decidimos lo que nos libera y lo que nos ata, escogemos a cada momento lo que queremos y lo que no, y entonces a cada momento nos rehacemos, nos reinventamos, nos escogemos.
Porque escoger es siempre
escogerse. Lo bueno de encontrar lo que uno no quiere es aprehender
quién uno es. Es verse reflejado en el otro, en lo otro, en los
otros, es empezar a recorrer el camino de aprehender a desaprender,
que al final como bien dice Cultura Profética no es contradicción,
es enmendarse.
Laura, cada paso nos regala algo nuevo y un aprendizaje es siempre algo difícil. Salir de la zona cómoda, ser otro, ser nuevo. Te deseo que el camino, o los muchos caminos sean mas tranquilos y dulces... mas "vida difícil/mestrado difícil" y bueno... para lo que sea estan las "hermanas mayores", "las mamás" ... yo!
ResponderExcluirBesitos!
Hay una palabra que siempre me gusto de ti, reinventarse, reinventarse la vida.
ResponderExcluirComo siempre, eres única escribiendo.... saudades ita!!!!
Juliancho siempre es bueno reinventarse, especialmente cuando todo parece perder sentido. Me encanta cuando pasas por aquí así sea silenciosamente.
ExcluirAbrazototote!!!