Contar historias


Adoro contar historias, describir los detalles, pensar la mejor manera de contarlas, de comenzar. Hago historias dentro de otras historias con nuevas partes, anexos y insights. Sueño con historias increíbles que llenarían páginas de libros y en pocos años armarios de bibliotecas. Abrí este blog para guardar historias, para contarlas, para inventarlas y compartirlas, pero desde hace un tiempo las historias, los cuentos, los detalles, las novedades me atropellan diariamente y salen corriendo... no consigo alcanzarlas ni para pedirles por lo menos un relato, un comentario, nada.

Tantas historias, parajes, lugares, personas, situaciones, furias, alegrías, cosas increíbles, días normales, aprehendizajes, personajes...y yo resolví (tal vez no conscientemente) parar de escribir y de contar esas historias aquí. No por voluntad propia o por egoísmo, en realidad no se bien por qué, tal vez porque me cansé del pasaje obligatorio de todo por el filtro de la razón. Bien decía Hannah Arendt que para conseguir comprehender las cosas de la vida había que conseguir hacer una historia, crear un inicio, una secuencia, un orden, un fin, poder contarlas es al final darles un sentido, hacer que tengan sentido.

Vivo en el sin sentido de los sentidos exaltados y consentidos que no consiguen darle más sentido a lo que antes tenía sentido. Aún así creo ampliamente que todo eso va un día a convertirse en una o varias historias, que son hoy apenas una buena historia sobre como no consigo contar todas estas historias que me acompañan.

A veces estoy medio ausente pensando cómo sería maravilloso hacer de ese momento que estoy viviendo una historia y un post. Escribiría de las noches de fiesta en Lapa por Rio de Janeiro, de nuestro encuentro con tortugas marinas en Guaraparí (Espíritu Santo) y de Lucas y los otros Jabaries que adoraban al gran "Liliu". De las escapadas de "Bro" y de "Macalé" dos perros audaces y con ganas de fuga, de la noche de riña y pelea en el Samba de los viernes en Barão Geraldo y de la bicicletada nocturna por la Universidad de Campinas.

Escribiría sobre viajar durante siete meses por Brasil con un rumbo (Colombia) pero sin planes y sin dinero. De los gigantes de Victoria y mis pedidos para sacarnos de los trancones imposibles de esa ciudad. De la buena vida de ser niño o perro en Cumuruxatiba. De las mareas que se llevan el mar para lejos,  bien lejos y lo regresan cada día, de los niños y niñas de todos los días, de la flauta dulce y la novela de las "professorinhas paulistinhas na Bahia", todo ahí en Cumuru, comenzando Bahia.

Buena historia sería nuestro encuentro con Jorge Amado y todos sus Santos, las noches de matanza avanzada de mosquitos, los 50 kilómetros de caminada por la playa desde Cumuru hasta Caraiva. De Caraiva y su cielo lleno de estrellas, y nuestro maravilloso encuentro con Juan y Gilli toda su familia y los chicos de Argentina. Los juegos de "Ninja Ya", las risas, los malabares, los mates y las comidas serían textos esplendidos, así como las noches de luna llena acampando al lado de la playa, los otros 50 km de regreso entre Caraiva y Cumuru, del cansancio, la fiebre y las despedidas.

Sería muy divertido escribir sobre Arraial d' Ajuda, Net y la feria artesanal. Del payaso escalera y su Biblia gigante. Ahhh de nuestra vida de artesanos podría hacer una tesis, como quería poder escribir esa "etnográfica de um pano pelo Brasil", de nuestros encuentros con "los malucos", de nuestros trabajos, nuestro inventos, nuestros aprehendizajes. Escribiría un libro sobre chaquiras y juntaría todas las chaquiras derramadas por todo Brasil para cubrir la portada.

Un post maravilloso seguro sería nuestra llegada a Salvador en Barco desde "Bom despacho" y otros tantos sobre aquellas semanas en esa ciudad encantadora y perturbadora. Sólo contando como llegar a "Brasil Gas" ya me llevaría unas buenas páginas y otras tantas intentando describir los "bahianos", o por lo menos algunos de ellos. Haría un capítulo especial a la Fiesta de la Buena Muerte en Cachoeira que tendría destaque para hablar de las hermanas, su samba y su comida, así como de la feria de artesanos y el campamento en medio de la ciudad al lado del río. Nuestra dormida algunos días en el terminal y el aeropuerto de Salvador seguro serían un éxito.

Haría además un espacio especial para una bola rosa de contacto y un pandeiro que se convirtieron en mis nuevos amores.

Habría tanto para contar sobre Recife (oh! "Belo Recife pegando fogo"). De Recife podría hacer un libro de cuentos, uno de poemas, una canción, una oración y una enciclopedia. La feria de Bom Jesús, nuestra nueva estrategia de ventas, la fiesta Cubana, Luisa y Milena, la "danada da cachaça" de cada día, Gilberto Gil, la Mimo, Olinda, los "Bichos Grilo" y la noche de Dendé y Maracatú serían post increíbles.

Sobre o amazonas, amarillo y amarelo, el amaranto,  Amartya Sen, Amargo, el Amaciante y la pijama haría un poema con destaque especial lleno de dengos y cariños. Sobre los acentos y mis desentendidos con "tu" y "você" haría también una pequeña historia que termina con un final feliz en Belém donde todos hablan de tu y conjugan el verbo (ujuuuu!!!). De Belém escribiría durante horas, escribiría miles de palabras sobre las cachaças en Meu garoto, del río y las playas de agua dulce, de los barcos, la ciudad antigua, el Cirio y nossa senhora de Nazaré. A las infinitas castañas de pará les haría una Oda junto con el açaí y el jambú. Gastaría otro tanto de páginas hablando de Amintas y la comunidad de extranjeros y de Silvia y las cucarachas...

Tal vez los más polémicos serían los post sobre huir de Brasil rumbo a Colombia a las puertas del mundial y cómo ser una buena artesana "mestre em sociologia política".

Y lo que falta...

En un momento de crisis donde no hay nada que nos oriente, dice Arendt, no hay cómo dar sentido, no se pueden contar las historias. Me declaro en crisis. Sobre dosis de sentidos, de sentires, sin rumbo fijo, sin un inicio, un medio y un desenlace imposibilitan hacer de este momento de la vida un conjunto de historias dignas de ser contadas. En algún momento todo eso podrá ser organizado con un sentido, contado, escrito y compartido. O no. Quien sabe. Tal vez nunca tenga tanto sentido o nunca tenga sentido tanto.

Comentários

  1. Linda. Sempre penso em vocês, falo muito em vocês, e ao mesmo tempo, com vontade de estar junto e com um aperto no coração. Penso em vocês e penso em coragem, em vida, em cor, e confesso, fico com medo dessas intempéries que o mundo guarda pra quem se solta das amarras da rotina... Dá uma inveja saudável e uma sacada forte sobre o motivo racional pelo qual eu fico. Os quebra-cabeças da história de vocês está se montando e desmontando, sem grilos sobre o encadeamento dessa história por agora, e mesmo assim acho que deve ser sensacional ser dono do seu próprio tempo, do seu próprio destino, com limitações e sensações tão diferentes das que seus pares estão passando. Gostei de como compartilhou isso agora, obrigada. Te quero muito bem, Laurinha, e espero encontrá-la logo, em passeios agradáveis, em qualquer lugar.

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  2. Bom mesmo é ver que o mundo ao redor também reage, e sorri com a passagem e toda a ternura de vocês.
    Coisa linda Laurita!
    beijo grande

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